Costilla fresca cortada

Corte muy asequible que se puede cocinar de múltiples maneras, siendo el asado o la barbacoa una de las versiones culinarias más extendidas en diversas culturas, aunque también es habitual prepararla estofada después de ser marinadas o ahumadas. Este corte sale de la caja torácica del animal y se caracteriza por ofrecer una alternancia de carne y hueso que habitualmente se cocina sin separar la una del otro.

En Galicia no hay churrasco que se precie sin un buen costillar carnoso de cerdo. Sazonada al gusto y con el debido punto de cocción, la costilla de cerdo es uno de los bocados más apreciados de la cocina popular.

Las costillas de cerdo contienen aproximadamente 17 g de proteínas y 24 g de grasa por cada 100 g, aportando 281 calorías a la dieta. Entre sus nutrientes también se encuentran las vitaminas B3, K, B9 y B12. No contienen carbohidratos ni azúcar.

Las proporciones de los nutrientes de las costillas de cerdo pueden variar según el tipo y la cantidad de la carne, además de otros factores, como por ejemplo la preparación, pueden variar sus propiedades y características nutricionales.