Comedores colectivos, una realidad en auge

Debido al estilo de vida actual, la opción de comer fuera del hogar está cada vez más generalizada y por ello es normal la preocupación por calidad y seguridad en estos servicios de restauración. Los niños, los ancianos, además de muchos trabajadores y trabajadoras, se ven en la necesidad de utilizarlos a diario. Nosotros queremos contribuir a que su alimentación sea tan buena o mejor que la hecha en nuestras casas.

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La comida que ofrecen los comedores en escuelas, residencias de mayores, empresas y otros colectivos tiene una gran importancia por diversas razones. En el caso de los niños, debido a su influencia en el desarrollo físico, mental y emocional de los pequeños, así como en la consolidación de los hábitos alimenticios que definirán a posteriori la buena o mala nutrición en la edad adulta. En el caso de las personas mayores por las necesidades dietéticas y nutricionales específicas de su edad. Y en general porque este tipo de servicios necesitan un plus en seguridad, higiene y planificación.

No cabe duda de que la comida en estos comedores debe pasar unos controles mínimos de calidad, y así lo recoge la legislación, para que aporte valores alimenticios y de seguridad, además de servirse de forma adecuada, es decir, calientes cuando se trate de platos calientes y fríos cuando se trate de platos fríos, etcétera.

Por otra parte, utilizar alimentos naturales y de proximidad en el menú tiene efectos muy positivos, tanto en la economía local como en la calidad nutricional y gastronómica de los menús. Esto favorece además la costumbre por degustar sabores y texturas de buena calidad que a posteriori fundamentan hábitos saludables.

La elección de los proveedores de alimentos es, por todo lo expuesto, una decisión de gran trascendencia para la organización de un comedor colectivo y para Productos Cárnicos Domínguez es muy importante a contribuir a que este tipo de servicios puedan contar con:

Productos naturales 100%, libres de cualquier sustancia ajena a la carne y a las especias utilizadas en los productos procesados, sin hormonas, antibióticos ni aditivos sintéticos.
Productos de proximidad y de procedencia controlada. Siempre que es posible, seleccionamos nuestras materias primas en los mercados locales y nuestro compromiso es ofrecer total transparencia sobre su trazabilidad.
Un control higiénico del envasado. Nuestros productos se entregan en cajas y otros envases tratados en atmósferas estériles con absoluta garantía sanitaria, pensados para un almacenaje que preserve de la contaminación cruzada o involuntaria.
Un control higiénico del transporte. Nuestros vehículos están dotados de sistemas de refrigeración que garantizan la cadena de frío.

La continuidad en el abastecimiento. La capacidad productiva de nuestra factoría nos permite planificar stocks suficientes para garantizar el sumistro de los productos de más demanda.

 

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